Editorial
El Dr. Juan Sánchez, al crear la carrera de Bioquímica en 1919 señalaba claramente que “esta nueva carrera habilitará a quienes egresen para colaborar con el médico en los trabajos de laboratorio y en sus especulaciones quimioterapéuticas”.
Ni siquiera el Dr. Sánchez podía imaginarse el desarrollo casi ilimitado que han tenido la Bioquímica como ciencia y los análisis bioquímicos como herramienta imprescindible para generar decisiones médicas correctas. Una industria bioquímica desarrollada localmente ya a fines de los años 50 y la incesante incorporación de tecnología ocurrida desde los 70 llevaron la cobertura de las prestaciones bioquímicas en Argentina a un grado comparable sólo a los países más adelantados.
Sin embargo, el presupuesto expresado en pesos que la Salud argentina asigna al sector de Diagnóstico por el Laboratorio se mantuvo constante por años, y ha disminuido en lo que va del siglo XXI.
El panorama que enfrentan los bioquímicos como profesionales está totalmente condicionado por decisiones y políticas sanitarias que son resorte exclusivo de las autoridades nacionales. Esas mismas decisiones afectan al perfil profesional que las Universidades han de proporcionar a sus egresados, y preocupan a las asociaciones profesionales que atienden el desarrollo y la formación de postgrado. Y sin lugar a dudas, habida cuenta de la interdependencia que se ha creado entre el laboratorio, su instrumental y tecnología y una eficiente cadena de suministros, también afecta a las decisiones estratégicas que deben tomar las empresas vinculadas al sector, en una interrelación que no admite discontinuidades: no hay cadena de suministros si el laboratorio bioquímico no resuelve su realidad económica, y sin tecnología accesible y actualizada, el bioquímico quedará estancado en el tiempo, muy lejos del lugar que sus fundadores previeron para él.
Dr. Gustavo Ariel Drappo
Director Técnico, EMSA S.A.
Miembro CD de UAPE RED
Nota 1: Onco-Hematología: Contribución de la PCR en Tiempo Real
La PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en tiempo real es un método altamente sensible que requiere muestras muy pequeñas, es decir que con muy poco material biológico se pueden obtener resultados y muy rápidamente (1 hora). Como la PCR convencional, puede ser utilizada para determinaciones cualitativas, pero, a diferencia de aquella, es también una herramienta cuantitativa (Q-PCR). Es justamente esta propiedad la que ha convertido a la PCR en tiempo real en la vedette de los laboratorios de Biología Molecular de última generación. La PCR en tiempo real permite amplificar y simultáneamente detectar el producto amplificado, en cada ciclo de amplificación, ya que el amplicon es revelado midiendo la señal fluorescente a medida que se va produciendo. La intensidad de la fluorescencia en cada ciclo es directamente proporcional a la cantidad de producto de PCR en cada ciclo y esto depende de la cantidad inicial de templado. Por esto, la cuantificación está facilitada, a diferencia de la PCR convencional donde se evalúa el resultado final. La PCR en tiempo real también permite que varias reacciones se realicen en un mismo tubo (multiplex). Como no requiere manipulación post-PCR, se pueden reducir significativamente los riesgos de contaminación. Este aspecto es aún más notorio si tenemos en cuenta que la alta sensibilidad de la PCR en tiempo real permite reemplazar PCRs nested. Esta nueva herramienta de la Biología Molecular es aplicable a todas las áreas de la Medicina: enfermedades infecciosas, hematología, oncología, transplante de órganos, genética, farmacogenética, etc. Se han desarrollado kits, pero todavía son limitados y la mayoría de ellos no permite una cuantificación absoluta, sino una cuantificación relativa (diferencia o índice con respecto a una referencia o calibrador). Estos datos son suficientes para cierto tipo de estudios, pero no para otros donde una cuantificación absoluta es más informativa. Por eso, los métodos “caseros” (desarrollados artesanalmente en el propio laboratorio) siguen siendo muy usados en las PCR en tiempo real. Sin embargo, deben utilizarse en forma apropiada conociendo sus limitaciones. La utilización de standards (comerciales o caseros) y un estricto control de la variabilidad entre corridas y de la reproducibilidad del standard son indispensables.
Nota 2: CALCIO IÓNICO
El calcio es uno de los constituyentes iónicos importantes en el organismo. Se combina con el fósforo para formar las sales que constituyen el componente principal de los huesos y los dientes. Tiene un rol esencial en la transmisión neuromuscular del impulso nervioso. Es un componente clave en la cascada de la coagulación, cofactor de muchas enzimas del organismo, influye en la secreción de gastrina y es partícipe sustancial en la contractilidad muscular. En el adulto, el calcio corporal total asciende a unos 1.200 g. Más del 90% está fijo en los huesos, principalmente en forma de cristales de hidroxiapatita. Apenas el 0.1% del 10% restante se halla en el líquido extracelular. El calcio de los huesos está en equilibrio dinámico permanente con el calcio del líquido extracelular. El nivel normal de calcio en el plasma es de 8.5 a 10.5 mg/dL. El calcio total en suero es la suma de los componentes ionizados y no ionizados. Aproximadamente el 50% del calcio sérico total está unido a proteínas (albúmina principalmente), el 10% está unido a otros elementos (citrato, fosfato, lactato, heparina, bicarbonato, sulfato) y el 40% en forma ionizada.
La concentración de calcio y calcio iónico en plasma está controlada principalmente por la acción de la paratohormona (PTH) secretada por la glándula paratiroidea. Son los niveles séricos de calcio iónico los que estimulan o inhiben la producción de PTH. El calcio iónico es la fracción activa, desde el punto de vista metabólico, fisiológico y bioquímico Es el responsable de los signos, síntomas y trastornos que se producen cuando se alteran los niveles plasmáticos del calcio.
Nota 3: Eslabones de la Calidad en el Laboratorio de Análisis Clínicos
Los laboratorios de Análisis Clínicos producen resultados analíticos que son útiles para el diagnóstico, pronóstico, control de la evolución, control del tratamiento y prevención de enfermedades. Dada la trascendencia que los informes del laboratorio pueden tener para la atención del paciente, resulta evidente que todo laboratorio debe disponer de un sistema de calidad que asegure sus resultados. Se entiende como Sistema de Aseguramiento (o garantía) de la Calidad al conjunto de acciones sistemáticas encaminadas a proporcionar la adecuada confianza en los servicios que proporciona el laboratorio para satisfacer las necesidades médicas precisas para la atención del paciente. El Sistema debe ser capaz de reconocer y minimizar los errores y abarcar las fases preanalítica, analítica y postanalítica.
No es mi intención describir un Sistema de Aseguramiento de la Calidad. Lo que pretendo en este escrito es identificar distintos procesos dentro del Laboratorio presentando las relaciones que existen entre ellos marcando un camino que nos lleve a: “Producir resultados exactos para diagnosticar e interpretar el estado del paciente correctamente” Analicemos los siguientes conceptos:
- Calificación de Instrumentos - Mantenimiento de Instrumentos - Requerimientos de Calidad “Performance Standard” - Validación de Métodos - Planificación de Control de Calidad - Control de Calidad Interno - Control de Calidad Externo